Día del Minero y sus antecedentes
Por: José Luis Valdés *
Cada año se escucha a veces sordamente, a veces con bombo y platillo. ¡El día del minero! Pero, ¿de dónde surge este otrora conmemorativo día?
Sus verdaderas raíces vienen de nuestra histórica, pero ya no tan famosa huelga de Cananea en el estado de Sonora. Y ese olvido no es casualidad, tiene su razón de ser.
Esta huelga laboral, en contra de la empresa “Cananea Consolidated Copper Company” (CCCC). Propiedad de un tal coronel norteamericano, William C. Greene.
Este movimiento social fue de tal importancia, que se le ha considerado precursor de la Revolución Mexicana de 1910. Cananea por antonomasia se le llama: Cuna de la Revolución Mexicana. Pero esta, está igual y dolosamente olvidada.
El primero de junio de 1906, más de 2,000 trabajadores mexicanos, liderados por Juan José Ríos, Manuel M. Diéguez y Esteban Baca Calderón, demandaban un salario igual al de los mineros norteamericanos; a igual trabajo, igual paga. Además de jornadas de trabajo de ocho horas, esas eran esencialmente sus demandas.
Al no aceptar las peticiones William Greene, se fueron a huelga. Estos portaban como emblemas de identidad en primera instancia, la bandera de México y de peticiones, un estandarte con la figura de un billete de cinco pesos, cantidad demandada como salario mínimo.
La represión fue despiadada con la intervención primeramente, de los obreros norteamericanos armados. Poco después, se sintió la injerencia de los Rangers norteamericanos del estado de Arizona, quienes invadieron nuestro territorio nacional, el 2 de junio de ese mismo año, a petición del coronel norteamericano instalado en Cananea.
Al siguiente día, se decreta la Ley Marcial. Y vergonzosamente, apoyando a los Rangers, la Policía Rural Porfirista persigue, detiene y asesina a todo aquel que se resistiera al arresto. El día 6, las actividades industriales se reanudan, con un costo para el pueblo de México de: 23 muertos, 22 heridos y más de medio centenar de detenidos. Por supuesto, los líderes fueron encarcelados en la terrible cárcel de San Juan de Ulúa, en Veracruz.
Precisamente a principios del siglo XX, la industria minera ocupaba un importante lugar en México. Su mayor pujanza se evidenciaba en el Norte del país, Guanajuato no era la excepción. Sin embargo, es importante señalar de estas últimas, varias quebraron por deficiencias en los trabajos mineros, así como en la administración.
Los propietarios de las zonas mineras eran inversionistas extranjeros beneficiados por las políticas económicas, impulsadas por el régimen de Porfirio Díaz. Por el contrario, los obreros mexicanos que operaban las minas, vivían en condiciones de explotación y pobreza, con escasos o nulos derechos laborales.
No es desconocido que durante el Porfiriato, cualquier oposición al “progreso y la paz”, era despiadadamente reprimida.
Si alguien hubiese cerrado los ojos en aquellos años a principios del siglo XX, para abrirlos hoy, en pleno siglo XXI. Posiblemente le sorprendería ver cosas que en su momento, no eran siquiera imaginables. Pero en materia social laboral, el tiempo se habría congelado, quizá peor, ¡involucionado!
Pero el día del minero, ¿por qué el 11 de Julio?
Pues fue precisamente el día miércoles once de julio de 1934, cuando cristalizaron las reuniones en Pachuca, Hgo., de sindicatos regionales y sectoriales del país, es decir, no sólo mineros. Considerando la necesidad y conveniencia para crear una mayor organización obrera, que denominaron, Sindicato Industrial.
Y así se hizo en un principio, se conmemoraba en esta fecha a los luchadores sociales, al igual que poco a poco, se festejaba el inicio del Sindicato Industrial, en las distintas unidades mineras y distritos. Era por antonomasia, un evento familiar y de convivencia.
Posteriormente, al paso del tiempo, se fue transformando en un evento meramente social, político y económico.
E igual que las fechas cívicas más importantes nacionales, han sido cambiadas al arbitrio de gente que poco o nada recuerda, la esencia de quienes enfrentaron situaciones de alto riesgo, que a muchos les costó la vida. Para que las generaciones que les sucediéramos, aspiráramos a una mejor calidad de vida.
El festejo del día del minero, que no conmemoración, también lo mueven.
Y es precisamente y con toda intención, la consigna de borrar de nuestras mentes, en especial, de niños y jóvenes. No únicamente las fechas históricas conmemorativas que nos identifican, hechos de hombres y mujeres que lucharon a brazo partido por una causa justa, para nuestro país, para nosotros, los mexicanos.
Amén de otra barbaridad que se viene insertando desde tiempo atrás. Que nuestro Himno Nacional obsoleto por ¡beligerante!
Beligerantes los invasores en los tiempos cuando fue creado nuestro Himno Nacional.
Hay un estudio que revela convincentemente, las exigencias para “garantizar la seguridad” de las inversiones extranjeras.
Antes que exigir leyes a modo, incluso infraestructura entre muchas otras cosas. Antes que todo esto, la exigencia es, ¡Cero Nacionalismo!
Dadas las condiciones que prevalecen en la minería mexicana, dije,mexicana. Un servidor, en alusión al actual día del minero, realizaré ya una tradicional acción muy personal. Beberé una cerveza, pero no por brindar a la salud de,… (No hay motivo alguno). La beberé sólo por sus propiedades digestivas y diuréticas.
No hay viento favorable para un barco sin rumbo; y no hay destino para un país sin raíces, ni identidad.
Luis Manuel Torres Prado
Atentamente, José Luis Valdés
Continuará…
*José Luis Valdés es ingeniero de Minas y de Plantas de Beneficio, con diplomados en: Geohidrología, Edafología y el Medio Ambiente, y Derecho Ambiental. Ha organizado tres empresas mineras. Dos, para la explotación y beneficio de minerales no metálicos y una, para la extracción y beneficio de minerales de oro y plata. Ha diseñado mecanismos y máquinas. Así como desarrollado metodologías, entre otras. Para la prevención y vigilancia de presas de jales y presas de lamas.
Correo Electrónico: jlvaldes49@yahoo.com.mx
Fuente: ZonaFranca
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