Con toda franqueza
Lo que no se puede negar, es lo de que en los últimos gobiernos municipales poco se hicieron respetar los ordenamientos que imponen obligaciones y derechos por igual para gobierno y gobernados, de ahí que la sociedad de Charcas, que años fue reconocida hasta en otras zonas del Estado Potosino, como culta y pacífica, ahora se tiene como dañada por el alcoholismo, la prostitución y demás vicios que se vienen tolerando por gobernantes que han confundido a la tolerancia con la indolencia, confiados en que la ciudadanía aguanta calladita, pues es mucho lo que critica y poco lo que hace para exigir que verdaderamente se cumpla lo de respetar y hacer respetar la ley, que no se dice que la de Herodes, que en algunos casos impone el Alcalde en turno, cuando el resto de los integrantes del Cabildo olvidan que representan al pueblo y en lugar de cuidar de que se les respete, se inclinan ante el todopoderoso, para que no les retire apoyos personales que les permita gozar de las delicias que da el poder… CLARO está que a la nueva administración municipal no se le culpa sobre el particular, ya que es muy pronto para conocer si hay o no congruencia con lo que se dice y con lo que se hace, pero si se habla de que algo nuevo y bueno viene para esta tierra minera, es deseable que se escuche, investigue y se proceda contra las irregularidades que se detecten, toda vez que hay situaciones que se arrastran desde por lo menos 20 años atrás, dado que en su momento desde el Palacio Municipal, se organizó a los primeros grupos de jóvenes inquietos, se toleró que se abrieran cantinas cerca del Palacio Municipal y sin contar con el permiso de la autoridad estatal, se dejó que mujeres de dudosa reputación visiten y recorran cantinas explotando a incautos que dejan a familias sin el sustento necesario, y párale de contar, pues hay mucho más ... Y DESPUÉS le seguimos.
Fuente: La razon
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